domingo, 9 de enero de 2011
¿No te ha pasado alguna vez que, cuanto más quieres olvidar a una persona, más te acuerdas de ella?
Sí, y ¿sabes por qué pasa eso? Porque realmente no quieres olvidarla, porque cuando tú estás intentando olvidarla, en contra de tu voluntad, es cuando más la traes a tu mente.
Cuanto más intentes olvidar a alguien, más lo vas a tener en tu cabeza, eso es así.
La mente humana es un mecanismo tan perfecto, que no te permite olvidar nada, ni a nadie. Tú dirás "oh, eso no es cierto, a mi muchas veces se me ha olvidado algo".
Sí, claro que se te ha olvidado, pero no ha desaparecido completamente de tu cabeza, sino que se ha ocultado tras otros pensamientos que estaban más recientes y no has sido capaz de recordarlo, pero, aunque no lo creas, lo que buscabas, estaba ahí, junto a todo lo demás que habita en tu cabeza. Y eso es algo que no puedes evitar.
Cualquier persona es incapaz de controlar de qué se olvida o qué quiere recordar para siempre. Ni si quiera ese examen al que tanto tiempo le dedicaste en 5º de primaria porque no se te daba bien conocimiento del medio y tenías que estar tardes y tardes, además de pedirle a tu madre si por favor te podía pedir la lección para ver si te lo sabías. ¿Recuerdas algo de lo que había en ese libro, o simplemente el momento en el que estudiabas?
No podemos elegir que recordar. Normalmente, solemos recordar aquello que más nos marca en nuestra vida, yo por ejemplo, uno de los pocos recuerdos que tengo cuando era pequeña era el de un hombre en un bar al cual entré con mis padres y ganó un millón de pesetas en pequeñas monedas de 100 y 500 que caían y caían sin parar, y la cara de aquel señor, que no cabía en sí, y aún no se lo creía mientras intentaba recogerlas al ritmo que seguían cayendo.
Es un recuerdo como otro cualquiera, pero es algo que nunca antes había visto, y que de hecho, no he vuelto a ver, y algo que nunca olvidaré, pase lo que pase, aunque a mi no me afectara en absoluto.
Es cierto que ahora somos más conscientes de aquello que recordamos, y que muchas veces intentamos luchar por olvidar algo o alguien, porque nos perjudica tenerlos tan presentes. Pero, eso es luchar en vano, porque si de algo me he dado cuenta en estos últimos años, es que es imposible olvidar a alguien simplemente por el hecho de querer olvidarlo. Y, es posible que un día te levantes y sonrías diciendo "Qué feliz soy, por fin me he levantado y no he pensado en él" Pero simplemente será resignación, será que llevas meses sin hablar con esa persona o que simplemente tienes a otra en tu cabeza que entró después, pero realmente esa persona nunca desaparecerá, y siempre la tendrás ahí, quieras o no. Y quizá un día esa persona vuelva a tu vida y te des cuenta de que te habías equivocado y efectivamente no había desaparecido y sigue en tu mente tan activa como el primer día que entro en ella. Y entonces, sentirás impotencia porque pensabas que habías conseguido algo que es imposible de conseguir: hacer desaparecer a una persona de tu vida. Pero no deberías sentirte impotente, eso es algo que, ni tú, ni yo, ni ninguna persona en la faz de la tierra, podría hacer.
Así que lo único que queda es, aceptar que no podrás olvidarlo, y cambiar tu concepción sobre ello, mentalizarte de aceptarlo y de verlo de una manera diferente, ¿Por qué olvidarlo cuando puedes tenerlo en tu vida y ser feliz con ello? Asique no intentes imposibles, lucha por conseguir lo posible y se feliz.
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